IBÉRICO CERTIFICADO VS. FUERA DE NORMA

IBÉRICO CERTIFICADO VS. FUERA DE NORMA

Es una disyuntiva muy común que se nos presenta cuando queremos elegir un jamón bien para nosotros o bien para regalar, ¿Cuál será el mejor?, ¿Qué jamón dará más la talla?, ¿Será de verdad de bellota?... Estas y muchas otras preguntas se nos vienen a la cabeza a la hora de comprar un jamón ibérico y es evidente que la mala prensa que ha tenido este producto a lo largo de los años ha tenido mucho que ver.

Con la actual Norma de Calidad del ibérico la información facilitada al consumidor es mucho mayor y más transparente. Detrás de la etiqueta hay todo un sistema de certificación que avala el hecho de que la denominación del producto es conforme a la realidad de su elaboración. Por eso, hoy podemos decir, que el operador con tendencia a vender gato por liebre, digámoslo así, lo tiene mucho más difícil.

Por eso siempre es mejor un jamón ibérico certificado que un jamón de pezuña negra que usa artimañas lazarillas para aparentar lo que no es, que desgraciadamente de este último tipo, están aflorando al mercado actualmente muchas piezas.

Siempre será mejor un jamón o paleta, cuya trazabilidad quede demostrada por un sistema de inspecciones y auditorías capaz de asegurar que lo que se vende como 100% ibérico, 50% ibérico, bellota, cebo campo o cebo, se vende así porque se ha producido según la Norma de Calidad que el sector ha consensuado, que aquellas piezas que no han sido elaboradas bajo ningún control o sistema armonizado.

Como ejemplo un botón, ¿ustedes creen que si lleva motor Ferrari, la carrocería Ferrari y la electrónica de un Ferrari, no le van a poner la marca Ferrari?, pues entonces, ¿por qué van a venderle un jamón de bellota 100% ibérico sin etiquetarlo como tal? Muy sencillo, porque no lo es.

A modo de conclusión, siempre será mejor comprar un jamón o una paleta que ha pasado un exhaustivo control tanto en campo como en la industria que otra pieza que no tenemos ninguna garantía sobre cuál ha sido el proceso de elaboración y por tanto, la calidad de la misma. Otra cosa será, elegir entre un bellota o un cebo de campo, o entre un 100% ibérico o un 50% ibérico, pero eso es harina de otra entrada. Hasta entonces!!


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